Reduce o elimina permanentemente la tinta no deseada en unos pocos tratamientos rápidos y fáciles.
Durante el tratamiento, se aplica energía láser en el tatuaje no deseado, apuntando a la tinta y descomponiéndola en partículas más pequeñas. Las diminutas partículas se eliminan a través de los procesos naturales del cuerpo, con lo que se logra una eliminación más rápida y con menos sesiones que los láseres tradicionales.
Los pacientes han descrito el tratamiento como una sensación similar al proceso de tatuado real. Tu proveedor puede ofrecerte una crema anestésica para minimizar cualquier posible incomodidad durante el tratamiento.
El tratamiento para un tatuaje de tamaño medio suele durar unos 10 minutos. Los tratamientos pueden ser más largos en función del tamaño del tatuaje que se está tratando.
Normalmente se recomienda una tanda de sesiones. El número de sesiones necesarias depende de variables como el tipo de tinta, el tamaño del tatuaje, su localización en el cuerpo, el estilo de vida del paciente, etc. Consulta a tu proveedor el plan que sea más adecuado para ti.